Cañón del Río Lobos


Entre Soria y Burgos se encuentra un lugar mágico excavado en tierra y roca por el río Lobos.



La longitud del cañón es de 25km comenzando cerca del municipio burgalés de Navas del Pinar y con acceso desde Hontoria del Pinar y finaliza cerca del municipio soriano de Ucero. Los accesos se realizan por los municipios de sus extremos y por la parte central por el lugar llamado Puente de los Siete Ojos.

Y digo que es un lugar mágico no sólo por la belleza del entorno, sino por ser tradicionalmente fuente de las fuerzas telúricas de la Madre Tierra que fluyen libres por su inmenso sistema de cuevas y grutas, aguas subterráneas y acuíferos.

Morfológicamente se trata de un profundo tajo fruto de una doble erosión, la debida al desgaste del propio río y la debida a la disolución de la roca por el agua, que ha dejado a la vista enormes paredones de varias decenas de metros de elevación. El hundimiento del lecho se ha producido al ceder las grutas que previamente había excavado el agua.
Sabina Albar

La población vegetal que habita este espacio natural está compuesta por diferentes especies entre las que destaca los emblemáticos sabinares de sabina albar. Junto a este árbol se pueden ver poblaciones abundantes de pino pudio, quejigo y encina. En los espacios cubiertos de matorral se pueden ver enebros, gayubas y aliagas que se complementan con tomillo, espliego y salvia.

Las riberas están pobladas por los chopos, alisos, álamos y los sauces y en las aguas hay nenúfares, eneas y lentejuelas.

En el roquedal podemos encontrar especies como la Saxigraga cuneata y la Linaria supina o las conocidas como zapatitos de la virgen y el ombligo de Venus.

En su interior se desenvuelven diversas especies animales que han encontrado en él un hábitat adecuado. Las de mayor presencia son las aves, y entre ellas las rapaces como el alimoche, el halcón, el águila, el azor y el búho real, y predominantemente el buitre leonado que puebla las cornisas de los farallones y sus oquedades, y que se mantiene en permanente vuelo por la bóveda virtual del cañón. También algunos mamíferos han encontrado acomodo en la hoz del río, y en las aguas de éste conviven truchas y nutrias. También hay un gran número de especies de anfibios, reptiles y peces como la lagartija,la rana, la culebra, la víbora hocicuda y el barbo.

Antaño fue dominio de uno de los animales más bonitos y misteriosos del mundo, al que ya le dediqué una entrada en este blog, el lobo. Hoy en día ya no queda ninguno en todo el cañón.

También se han encontrado pinturas rupestres en algunas cuevas y otras evidencias de presencia humana datadas del paleolítico. Incluso puedes comprobar y apreciar, gracias a los paneles informativos, las huellas que nuestros antepasados dejaron en la roca.

Dentro del parque natural se alza una pequeña ermita de origen atribuido a los Caballeros Templarios, la ermita de San Bartolomé.


La vinculación con la Orden del Temple está probada y junto a ella se abren misterios que quedan por resolver. Esta ermita se halla a la misma distancia, en metros, de los límites más externos al este y al oeste de la península Ibérica. La unión entre el punto de ubicación de esta ermita con otros templos templarios de la península forma una cruz de malta, el símbolo de la orden.

El 24 de agosto se celebra la tradicional romería de San Bartolomé en la ermita del cañón.

La ermita y su lenguaje en sí esconde tantos significado y secretos y está abierta a tantas interpretaciones que merece una entrada solo para ella. He tenido la fortuna de visitarla varias veces y pronto explicaré en este blog todo lo que sé de ella.


Opinión del aprendiz:

Si sois respetuosos con los entornos naturales, os gusta disfrutar del aire y tumbaros en la hierba a la sombra de un árbol cuando el sol está en lo más alto, os recomiendo que conozcáis este lugar. Y si además tenéis esa sensibilidad que algunas personas tienen (incluso sin saberlo), notaréis cómo esa energía que sale de la tierra hacia el cielo os atraviesa, os recarga y os eleva.

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